Conocer las señales de una fuga en el coche es una buena manera de cuidar su mecánica. ¿Y cómo podemos detectar una fuga en el coche? Pues depende del tipo de fuga de la que hablemos, va todo más allá de mirar el suelo cuando el coche lleva un tiempo aparcado. Vamos a ver los distintos casos que podemos encontrar.
Fuga de aceite: Perder aceite en el motor nos va a ocasionar muy pronto graves problemas en la mecánica del automóvil. Para detectarlo, la manera más sencilla, que no deja lugar a dudas, es revisar de forma periódica el nivel de aceite del motor. Si encontramos que es inusualmente bajo, no debemos tardar lo más mínimo en llevar el coche a un taller, ya que mientras una fuga tiene un coste de reparación relativamente barato, las averías que puede causar pueden llegar a ser realmente cuantiosas.
Fuga de refrigerante: ya sabéis lo importante que es el refrigerante para mantener la temperatura del motor. Detectar un problema nos ayuda a evitar un sobrecalentamiento, que puede llegar a estropear muchas piezas del motor, o incluso algo peor. Tampoco tardes en llevarlo a arreglar si notas que las ventanillas tienen grasa, el coche tiene un olor dulzón, o la calefacción no funciona bien.
Fugas en la dirección: Si la bomba de dirección se queda sin lubricante, notaremos ésta mucho más dura de lo habitual o hace un ruido extraño. Es la señal más obvia, de que el coche pierde líquido hidráulico.
Fugas de combustible: ¡son las más peligrosas para la seguridad a corto plazo, ya que el coche podría acabar ardiendo! El síntoma más evidente es el olor a combustible que rodeará al coche y notaremos en su interior. También notaremos que el coche consume más de lo habitual. También podemos revisar algunas piezas que suelen tener las fugas como la mangueta, para comprobar que no tienen combustible en la zona externa. Como veis, en todos los casos hay una recomendación común, que queremos subrayar: a la hora de detectar una fuga en el coche es muy importante repararla cuanto antes, ya que es cuestión de (poco) tiempo que eso dé lugar a problemas más graves; por no hablar de los riesgos que supone para la conducción. Y recuerda que si una de las piezas que provoca la fuga necesita un repuesto, lo tienes en Delfincar.
