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Consejos para viajar con gatos en el coche

Toca desplazarte, y quieres que tu amigo felino haga el viaje contigo. Puede que te vayas de vacaciones y no quieras dejarlo solo. O que cambies de residencia. Quizá sencillamente le llevas al veterinario. Hoy 20 de febrero, aprovechando que es el Día Internacional del Gato, vamos a darte unos consejos para llevar gatos en el coche, y que el trayecto se haga sin incidencias que reseñar, o al menos sean lo menos probable posible.

Y es que, salvo excepciones, a los gatos no suele gustarle demasiado viajar en coche. Son animales de costumbres, que se estresan con facilidad ante los cambios. Pero a veces los humanos tenemos algo de culpa por no seguir algunas pautas recomendables en estos casos.

Lo más importante, es la seguridad de todos. Tanto del gato como la tuya o la del resto de ocupantes. Por todo ello, el gato debe ir dentro de un transportín, con el cierre bien asegurado. No importa lo tranquilo que suela ser el felino; siempre hay ruidos, vibraciones, u otros estímulos que pueden hacerle saltar por la ventana o en el interior del vehículo, con el consiguiente riesgo para la conducción, o de huída del animal.
El transportín, además, irá encajado en el suelo del asiento trasero, o bien en el asiento atado con el cinturón de seguridad, para que no se convierta en un peligro en caso de choque. Y es recomendable que no sea muy pequeño, para que el gato esté más cómodo.

Si vas a hacer un viaje largo, no está de más que lo vayas habituando poco a poco los días previos. Puedes llevarlo a comprar al súper o hacer pequeños desplazamientos que lo habitúen. O puedes aprovechar para llevarle de visita al veterinario, y que te recete algo para relajarlo. Existe un spray de feromonas que se pulveriza media hora antes de partir, y que ayuda a que el animal esté más relajado.

Además de acostumbrarlo al coche, no está de más que en casa lo acostumbremos también al transportín, dejándolo en algún sitio para que lo use como «cueva». Si no entra por sí solo, podemos empujarle a explorar usando sus juguetes o sus premios.

Para evitar los vómitos en el viaje, no le des de comer desde 3 horas antes de partir, ni tampoco lo hagas durante el trayecto. Si haces una parada, puedes darle algo de agua, pero siempre dentro del transportín, no es recomendable abrirlo hasta que no vuelva a estar en lugar cerrado.

Como hemos dicho, el gato irá seguramente estresado. La música o las voces altas no ayudarán a que se relaje durante el viaje. Tampoco que reciba el aire de fuera, ni el de la calefacción o aire acondicionado de forma directa. Motivo por el que, de llevarlo sobre un asiento, es preferible que sea el asiento trasero. Y sobra decir que no debes dejarlo nunca al sol en un coche cerrado. Tampoco pensamos que sea necesario decirte que debes prestar atención a la conducción. Si quieres comprobar cómo está tu amigo, detente en un área de servicio.

Con estos consejos para viajar con gatos en el coche, el trayecto será lo menos estresante posible para todos, felinos y humanos.

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